
El gobierno está utilizando una estrategia similar a la que usó De Vido en el caso del fentanilo, presionando al juez Kreplak. Se ha hablado de recusar al juez y se ha puesto énfasis en la participación de su hermano, quien es ministro. Esto recuerda a cómo el exministro de Planificación manejó la situación en la tragedia de Once, tratando de controlar la causa desde la querella.