La posible condena de 12 años de prisión acecha al ex presidente Alberto Fernández, acusado de violencia doméstica. La sombra del juicio oral se cierne sobre él, luego de que la defensa de Fabiola Yañez – su ex pareja – presentara pruebas contundentes en su contra.
Los hechos que se le imputan a Fernández son de extrema gravedad, y de comprobarse su culpabilidad, podría enfrentar una pena ejemplar de 12 años tras las rejas. La violencia doméstica es un flagelo que debe ser erradicado de nuestra sociedad, y no importa el estatus o cargo que haya tenido el agresor, la justicia debe prevalecer.
Es importante destacar que la defensa de Yañez ha actuado con valentía al presentar las pruebas necesarias para llevar a Fernández ante la justicia. La lucha contra la violencia de género es una responsabilidad de todos, y es alentador ver cómo las víctimas se animan a denunciar a sus agresores, sin importar quiénes sean.
En un país donde la impunidad ha reinado por mucho tiempo, es reconfortante ver que la justicia está actuando en este caso. Nadie está por encima de la ley, y menos aún cuando se trata de un delito tan aberrante como la violencia doméstica.
Es fundamental que la sociedad en su conjunto tome conciencia sobre este tipo de situaciones y brinde su apoyo a las víctimas. La indiferencia no puede ser una opción cuando se trata de proteger los derechos y la integridad de las personas.
Esperamos que el proceso judicial siga su curso y que se haga justicia en este caso. La condena a 12 años de prisión para Alberto Fernández sería un mensaje claro y contundente para aquellos que perpetúan la violencia doméstica: no habrá impunidad.
La lucha contra la violencia de género es una tarea que nos concierne a todos. Debemos trabajar juntos para erradicar esta problemática y garantizar un futuro más seguro y equitativo para todos.
