El gobierno de Federico Susbielles anunció que en los próximos días podría lanzar una nueva etapa de austeridad en Bahía Blanca, que incluiría recortes en sueldos políticos y una revisión de gastos no esenciales como subsidios y compras estatales.
La información fue confirmada por fuentes cercanas al Palacio Municipal, que adelantaron que los anuncios los encabezará el propio intendente, en el marco de lo que sería una “segunda etapa” del plan de austeridad iniciado en diciembre de 2023.
Según trascendió, las medidas apuntan a reducir el gasto en la política local, incluyendo una eventual rebaja en los sueldos de funcionarios del Ejecutivo y un pedido similar al Concejo Deliberante. Además, se revisarán subsidios vigentes y se buscará optimizar el esquema de contrataciones del Estado municipal.
Desde Alsina 65 afirman que estas acciones están en sintonía con lo que el jefe comunal pregonó en campaña: un discurso de cercanía con la gente y compromiso con el uso eficiente de los recursos. Sin embargo, no son pocos los que advierten que la movida llega en un contexto de fuerte presión social por los gastos públicos y tras meses de escasa ejecución en áreas clave.
La reducción del gasto político incluye también modificaciones en la estructura de Recursos Humanos, aunque hasta ahora no se conocen los detalles concretos ni el alcance real del “ajuste” en la planta política.
Consultados sobre una posible rebaja en la dieta de los concejales, desde el Ejecutivo aclararon que esa decisión no está en manos del intendente. Sin embargo, el solo hecho de “sugerirlo” le permite a Susbielles instalar el tema y tomar distancia del funcionamiento del Concejo.
No es la primera vez que el jefe comunal intenta dar señales de austeridad: en diciembre del año pasado firmó un decreto para donar la mitad de su sueldo. Según explicó en su momento, la Ley Orgánica de las Municipalidades le impide cobrar por debajo de un mínimo legal, por lo que optó por cobrar el total y luego transferir el 50% a una cuenta especial.
Desde el entorno del intendente insisten en que estos gestos son coherentes con su visión de una política “más austera y eficiente”. Pero mientras tanto, sectores críticos señalan que muchas áreas del Municipio siguen funcionando con sobrecargos y contrataciones que poco tienen que ver con una verdadera modernización del Estado.