El despacho de combustible en Bahía Blanca disminuyó un 21% durante el primer trimestre del año. Esta baja sigue la tendencia del año pasado, la cual fue afectada principalmente por el aumento de los precios.
Durante los primeros tres meses del año en curso, se observó una reducción significativa en la venta de combustible en la ciudad. Este fenómeno se suma a la situación registrada el año anterior, donde también se evidenció una disminución en el despacho de nafta y gasoil.
Según datos recopilados por establecimientos locales, la caída en la demanda de combustible ha sido notoria y se relaciona directamente con el incremento sostenido de los precios en el mercado. Los usuarios han optado por reducir su consumo o buscar alternativas de movilidad para contrarrestar el impacto económico que representa cargar combustible.
Los efectos de esta situación se han hecho sentir tanto en estaciones de servicio como en comercios vinculados al rubro, generando un panorama desafiante para todos los actores involucrados en la cadena de distribución de combustibles.
Si bien se espera que esta tendencia pueda revertirse a medida que se estabilicen los precios o se implementen medidas para aliviar la carga económica de los consumidores, por el momento es importante estar atentos a las señales del mercado y buscar estrategias para optimizar el uso de combustible en el día a día. Es fundamental mantenerse informados sobre las novedades y posibles cambios en el sector para tomar decisiones acertadas en cuanto al abastecimiento de combustible.