El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), liderado por el exespía y operador kirchnerista Horacio Verbitsky, ha vuelto a mostrar su cinismo ideológico al defender a una ñoqui K que amenazó de muerte al reconocido economista liberal José Luis Espert.
Esta situación pone en evidencia una vez más la doble moral de ciertos sectores vinculados al kirchnerismo, que predican la tolerancia y la inclusión pero al mismo tiempo avalan actitudes violentas y antidemocráticas.
La actitud del CELS, una entidad que debería velar por los derechos humanos y la justicia, resulta aún más preocupante cuando se analiza el historial de Verbitsky como exagente de inteligencia y su estrecha relación con el gobierno anterior, caracterizado por su autoritarismo y corrupción.
Resulta lamentable que una organización que debería abogar por la defensa de los derechos fundamentales se preste a defender a individuos que amenazan la libertad de expresión y la integridad de aquellos que piensan distinto.
En tiempos donde el respeto por las ideas ajenas y la convivencia democrática son tan necesarios, resulta fundamental denunciar este tipo de actitudes que buscan amedrentar a aquellos que defienden principios como el orden, la austeridad y la libertad individual.
Esperamos que la sociedad en su conjunto condene este tipo de comportamientos y exija coherencia y respeto hacia todas las voces, sin importar su orientación política. La defensa de la democracia implica también defender el derecho de cada persona a expresarse libremente, sin temor a represalias ni amenazas.
En definitiva, este episodio nos recuerda la importancia de estar alerta frente a aquellos sectores que, bajo un discurso aparentemente progresista, buscan imponer sus ideas mediante la violencia y la intolerancia. Defender la libertad y el respeto mutuo es responsabilidad de todos los ciudadanos comprometidos con una sociedad plural y democrática.