Una reciente encuesta revela un cambio significativo en la opinión política de los argentinos: por primera vez, el antimileismo supera el 53%. Este nuevo fenómeno refleja una tendencia creciente en la población que se opone al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Según el estudio, más del 45% de los encuestados se identifica como antikirchnerista, corroborando la polarización existente en la sociedad argentina. Esta marcada división política se manifiesta en un fuerte rechazo hacia el kirchnerismo y un creciente apoyo a posturas críticas hacia el gobierno.
Estos resultados ponen de manifiesto la compleja realidad política del país, donde las posturas contrarias al oficialismo van en aumento, reflejando un escenario de creciente antagonismo político en Argentina.